La tecnología blockchain promete revolucionar muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, incluso la forma en la que viajamos. A continuación, analizamos en qué consiste y qué impacto puede tener en la industria del turismo.

Cuando hablamos de blockchain a menudo, lo primero que nos viene a la cabeza son las criptomonedas o dinero digital. Sin embargo, el blockchain es mucho más que esto ya se trata de una tecnología que almacena, de forma pública, todas las transacciones que se producen en una determinada red. Los registros se encriptan y se van agrupando en bloques que forman una cadena, de ahí el nombre de blockchain o cadena de bloques.

La tecnología blockhain tiene muchas ventajas que la hacen trasladable a diferentes sectores por su persistencia en los datos, inmutabilidad en el proceso de información y descentralización del control de la información. Por lo tanto, lo convierte en una tecnología de alta seguridad muy interesante para tratar, por ejemplo, datos biométricos.

Los registros se encriptan y se van agrupando en bloques que forman una cadena. De ahí, el nombre de blockchain o cadena de bloques.

El blockchain y el turismo tienen el potencial de convertirse en una combinación muy ventajosa. Tanto es así, que esta tecnología puede aportar seguridad y transparencia en ciertos puntos clave del ciclo de compra y del viaje. Por ejemplo, cuando una agencia de viajes hace reservas de transporte y alojamiento para sus clientes y envía sus datos a las diferentes compañías para que los verifiquen. El blockchain puede hacer que la transferencia y almacenamiento de esta información sea más fácil y segura, ya que la responsabilidad se comparte por toda una red.

Es importante que las administraciones contemplen las posibilidades de blockchain dentro de sus programas de digitalización y de gobernanza. Con ello, se facilitará su aplicación en distintos sectores y en especial el del turismo.