Biometría y Turismo Post-Covid

El Covid está acelerando la adopción de ciertas soluciones digitales. La biometría o tecnología de reconocimiento facial, se podría emplear ahora desde la entrada a la terminal hasta el embarque. La identificación biométrica se empezó a probar en el Aeropuerto Adolfo-Suárez Madrid Barajas en el año 2019, y es en la era post-Covid cuando cobrará más sentido que nunca.

Primer proyecto piloto que combina biometría y turismo

Fue durante el año 2019, que AENA, en colaboración con Air Europa y el Aeropuerto de Menorca, realizaron su primer «proyecto piloto». Durante 12 meses, todos aquellos pasajeros que lo deseaban podían participar de la iniciativa. Su cara se convertía en su pasaporte y su billete para embarcar. De tal manera, que no era necesario volver a sacar los documentos hasta que se llegaba a destino.

La identificación biométrica, se empezó a probar, por primera vez en el Aeropuerto Adolfo-Suárez Madrid Barajas en el año 2019, y es en la era post-Covid cuando cobrará más sentido que nunca.

Durante el desarrollo de la prueba piloto, los participantes, debían registrarse en cualquiera de los dos puntos destinados para ello. El objetivo era tomarles los datos del DNI o del pasaporte, los datos faciales y proceder a la verificación. Una vez realizado este trámite, aunque el pasajero circulaba por el mismo control de maletas que el resto de viajeros obtenía una ventaja competitiva sobre ellos: ganaba tiempo.

La prueba piloto, aseguraba a sus participantes que todos los datos biométricos iban a ser borrados una vez transcurrido el plazo de 12 meses. De forma voluntaria, quienes expresasen su consentimiento podrían dejar almacenados sus datos biométricos para futuras pruebas.

Beneficios tanto para aerolíneas como para pasajeros

Muchas líneas aéreas, no escoden su interés en esta tecnología. De hecho, son varias las que han expresado la necesidad de implantar la biometría como una solución de seguridad y confianza a los viajeros. El uso de tecnologías que faciliten evitar aglomeraciones, rapidez en los procesos y distanciamiento social con el personal de aeropuerto podría garantizar que viajemos de nuevo de forma segura.

Y aunque durante los momentos más intensos de la pandemia COVID-19, más del 90% de las aeronaves se quedaron en tierra, lo que significó un duro golpe para el sector aéreo, la industria turística y el consumidor final van a salir reforzados de ello. Las plataformas de reconocimiento facial, van a profesionalizar los procesos burocráticos, reducirán de forma drástica los tiempos de espera y ofrecerán más seguridad al pasajero. Todo ello, por supuesto, bajo una estricta garantía de cumplimiento de Protección de Datos.

La época post-covid va a acelerar la creación del “Aeropuerto 4.0”. Si se realiza una implantación masiva de reconocimiento biométrico, no solo se logrará dar respuesta a las necesidades de distanciamiento social evitando contagios de covid-19 sino que además, podremos disfrutar de aeropuertos innovadores, sostenibles y de alta seguridad. Y todo ello gracias a la combinación de biometría y turismo.